El Persa Víctor Manuel, en el Barrio Franklin, está en pleno proceso de recuperación y entre las iniciativas que se están desarrollando, el artista urbano chileno, Simón DeMadera tiene algo qué decir con Composición 12, mural ubicado al interior de la ex Curtiembre del persa.

A través dela técnica del anamorfismo -aquella que permite a nuestro cerebro reconocer una imagen u objeto previamente deformados cuando nos situamos en el punto de vista adecuado- la obra de DeMadera retrata la figura de rocas en color blanco y negro. La manera en cómo trabajó el artista permite al espectador observar una figura que se fusiona con las formas y texturas arquitectónicas de las piscinas de la ex Curtiembre, un espacio cargado de historia.

Composición 12 es la más reciente obra de Simón DeMadera, quien ya ha plasmado su arte en diferentes ciudades del mundo: Buenos Aires (Argentina), Cochabamba (Bolivia), Lisboa (Portugal), Valencia (España), Saint-Nazaire (Francia) y Roskilde (Dinamarca), entre otras.

Su participación en el proyecto de recuperación del Persa Víctor Manuel se suma a la de otros artistas donde se destacan las intervenciones de BascoVazko, Cekis y Paula Godoy.

Diálogo pictórico

En conversación con Quid.cl, Simón DeMadera cuenta que la invitación a ser parte de este proyecto de recuperación surgió en 2017 cuando Sebastián Cuevas, curador de la iniciativa en el Persa lo convocó, pues según sus palabras, «intuyó que el lenguaje de mi trabajo podía comunicarse aquí».

Con respecto a su obra, Simón comenta que lleva trabajando en formas rocosas desde hace tres años. Así, caracoles, piedras, materiales de estética sólida y otros marcan una línea editorial en su proceso creativo, algo que combina muy bien con la infraestructura del Persa Víctor Manuel.

«La temática de Composición 12 se acopla en este espacio tan geométrico y rígido y espero que lo que pintamos esté dialogando y no quebrando el espacio», afirma y continúa: «lo demás es sólo luz y sombra; las jornadas de trabajo dependieron de la luz natural, pues el segundo piso de la ex Curtiembre aún no cuenta con iluminación permanente, así es que todo se conecta perfecto con el blanco y negro que mantuve en este proceso».

Para el artista, «el Persa es un lugar multicultural y público que sólo abre los fines de semana, sagradamente. No existe otro lugar en Santiago que tenga este ritmo y la recuperación ha sido un trabajo largo donde los murales lograron tener más visibilidad ante las personas que visitan poco este espacio. Sin duda, es una actualización del barrio muy saludable».