A inicio de los 70’s, una joven alemana grabó algunas canciones en su casa, las compartió con algunos amigos y luego las guardó. Sibylle Baier era cantante, actriz y poeta, pero se mudó a Massachussets, Estados Unidos, se convirtió en dueña de casa, y, aunque nunca lo buscó, décadas después esas cintas olvidadas se transformaron en Colour Green, para muchos uno de los mejores discos de folk de la historia.

Su hijo es el músico y compositor Robby Baier, y fue quien 35 años después descubrió esas 14 íntimas composiciones. Las grabó en CD y se las mostró a J Mascis (Dinosaur Jr.), quien lo puso en contacto con Orange Twin Records (Neutral Milk Hotel, Nana Grizol), sello que lo publicó el 7 de febrero de 2006 y recibió comparaciones con Joni Mitchel, Joan Baez, Karen Dalton o Vashti Bunyan, o con frases al estilo de “suena como si Nico cantara Leonard Cohen”.

Pero poco se sabe de ella y, al parecer, quiere seguir en el anonimato. Su hijo -quien hizo algunos arreglos en su estudio, pero mantuvo casi intactas las grabaciones- se transformó en la vía de comunicación entre los seguidores que crecen y crecen con los años y la prensa, a través de una web en la que cuenta que su madre está “abrumada y perpleja con toda la atención que ha traído el álbum” pero que prefiere no relacionarse con la prensa y mantenerse alejada de todo lo que significa pertenecer a la escena musical.

Una historia que puede recordar la del músico y compositor estadounidense-mexicano, Sixto Rodriguez, quien fue redescubierto a través del documental ganador del premio Oscar, Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, 2012). Sin embargo, Baier no quiso una película reivindicatoria, tampoco realizar giras ni dar entrevistas. En algún momento se habló de un nuevo disco, pero ese anunció se transformó en un mito.

Lo único extra ha sido ‘Let Us Know’, canción grabada especialmente para la película Palermo Shooting (2008) de su amigo Win Wenders, cuyo soundtrack incluye a Beth Gibbons (Portishead), Velvet Underground y Calexico. Un gesto a su juventud, ya que en el cine tuvo un rol pequeño en Alice in the Cities (1974) del mismo director, y fue compositora de la música para Umarmungen und andere Sachen (1975) de Jochen Richter.

Canciones para curar la depresión

Las composiciones que forman Colour Green fueron grabadas con un magnetófono (grabación reel-to-reel) y solo con su guitarra acústica. Todas registradas en esas cintas entre 1970 y 1973, después de un viaje que la llevó con una amiga a Estrasburgo (Francia) y Genova (Italia), en un esfuerzo por olvidarse de una depresión que la tuvo sin salir de casa en Stuttgart, Alemania, durante meses.

Son retratos íntimos que casi quedan en el olvido, y que van desde contar algo tan cotidiano como es llegar a casa después de un largo día en ‘Tonight’, el fin de una relación  en ‘The End’ y de hacer una oda a estar vivo después de pensar en la muerte en ‘Remember the day’. Pero no todo es sobre ella, ya que hay espacio para dedicarle algunos versos a su amigo Wenders  en ‘Wim’, o buscar inspiración en el poema The Love Song of J. Alfred Prufrock de T.S Eliot en ‘Elliott Says’.

Inseguridad, optimismo, melancolía, calidez, misterio, alivio, realismo y muchas otros significados en un disco casi olvidado que no parece el primer intento musical de una joven guardado en un cajón de su habitación. “Descansamos más allá de las palabras, así que deja lo mejor sin decir”, dice en ‘Give Me a Smile’, la última confesión de este salvavidas muy personal que se convirtió en uno universal.