Combatir la contaminación ya comienza a ser una prioridad en China, país que usando la imagen de uno de sus símbolos más importantes acaba de inaugurar un gran parque solar con forma de oso panda para promocionar el uso de la energía limpia y tomar conciencia sobre el cambio climático.

Impulsado por la compañía China Merchants New Energy con la colaboración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP), el proyecto Panda Green Energy ya finalizó una primera etapa con la construcción de una instalación fotovoltaica en una superficie 250 hectáreas que cuenta con 50 MW (megavatios) de potencia inicial.

No será un oso panda, ya que lo acompañará un segundo en el mismo lugar para llegar a los 100 MW, con lo que los expertos calculan que podrá proporcionar alrededor de 3,2 mil millones de KWh de electricidad verde por un periodo de 25 años, cifras que permitirían reducir 60 mil toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año.

“Creo que las plantas de energía solar con los pandas se convertirán en un centro turístico y más adelante se podrá construir en otras partes del mundo”, señaló Li Yuan, CEO del proyecto, quien no descarta que pueda ser implementado en otros lugares del mundo. Ya se contempla un proyecto similar en las islas Fiji, Oceanía.

Para que desde el aire la planta solar se vea la forma de un oso panda gigante, las partes de color negro están construidos con celdas solares de silicona microcristalina, mientras que las partes blancas de películas delgadas hechas de vidrio, plástico y metal.