‘Dorso, un experimento méntor’ (Libros del Pez Espiral, 2017) es el nombre del libro de la periodista chuquicamatina, Feña Mánquez Monsalve. La publicación será lanzada oficialmente el próximo 13 de junio en el Living del Centro Arte Alameda y se centra en la historia de Dorso, una de las bandas ícono del metal en Chile.

La historia del grupo conformado actualmente por el líder histórico Rodrigo «Pera» Cuadra (voz, bajo y teclado), Gamal Eltit (guitarra), Álvaro Soms (guitarra) y Fran Muñoz (batería) es contada en «Experimento méntor» con una pluma sencilla, casi oral, muy detallista y con información que hasta ahora sólo pocos conocían. El proyecto, cuenta la periodista en entrevista para Quid.cl, partió con la recopilación de material audiovisual, pues lo que querían los músicos era crear un documental con la biografía del grupo.

«En un comienzo lo que pretendía Gamal y el Pera era rescatar un montón de VHS con el material de distintas épocas con el fin de digitalizarlas y armar algo biográfico con eso», cuenta Feña agregando que luego a pesar de que en un primer momento le gustó la idea.

«Todo fue mutando porque era demasiado material y había que ordenarlo de algún modo. Un día un colega periodista, mientras me apoyaba en un pre guion, me fue convenciendo de pensar en un libro. Él se dedica al periodismo escrito en Argentina y, sin conocer a la banda, encontró genial el contraste entre el rock, la imaginaría fantástica que inspiran y que sus inicios fueran en Dictadura», acota.

– ¿Cuándo conociste a Dorso?

Descubrí su música tarde, en la época del disco ‘Blood’ (1998), que fue más o menos cuando llegué a vivir a Santiago, así es que me encantó la idea de contar la historia de la banda y en cierta forma, del sueño del rockstar, pero a la chilena. A los músicos los conocí cuando Fran entró al grupo, ya que ambos tocábamos en Darkemist y cuando lanzaron el ‘Espacium’ (2008), grabé el show y les armé un par de temas para la web.

– En el libro se pueden disfrutar de detalles súper específicos acerca de la historia de la banda y sus integrantes. ¿Cómo llegaste a esos momentos?

Fueron varias fuentes y tomó un par de años. A partir de esos VHS digitalizados, apareció un material increíble: tomas en backstage que apenas se ven, audios muy chistosos, tallas incoherentes y de doble sentido, en fin. Esas escenas las fui intercalando entre los testimonios de los entrevistados, que principalmente fueron todos los integrantes, amigos cercanos de varias épocas, colaboradores y familiares en algunos casos. Para los capítulos finales, cuando se incorporó Fran como batero, agregué material propio como escenas en las que estuve presente.

– ¿Tuviste la oportunidad de hablar con la familia del Pera y Álvaro Cuadra, los gestores del proyecto?

Con la familia del Pera compartí mucho, de hecho al parecer tuve la exclusividad de que su mamá me recibiera en su casa, ya que le cargan las entrevistas. Primero todo fue en calidad de reporteo y entrevista, pero con el tiempo fueron juntas de amigos. Meses y meses de visitarlos y estrujarles sus recuerdos, a veces me iba bien; otras, no tanto. No sólo con su mujer y sus hijas, las visitas de Álvaro Cuadra, por ejemplo, fueron muy provechosas porque se acordaba de muchas anécdotas y episodios.

– ¿Cómo se tomó la banda la idea de hacer un libro con su historia?

Creo que cuando le conté al Pera que el documental quedaba stand by y lo cambiaría por un libro, no lo tomó muy en serio, incluso luego de varias reuniones, él seguía hablando de «la película de Dorso» y yo le decía que sí nomas.

Luego, cuando el proyecto fue tomando forma y peso, cuando salió el Fondo del Libro y lo terminé de escribir, diría que recién lo dimensionamos, y me incluyo.

Gamal no se involucró más allá de la idea inicial, en cuanto a meter mano en el proyecto. Y todos, incluso miembros anteriores, mostraron buena onda y disposición para colaborar siempre .

– La portada del libro es igualmente llamativa. ¿Cómo fue el proceso de creación de ésta?

Fue complejo frente al desafío de cómo resumir los 30 años de la banda en una sola idea o diseño. Los créditos de la portada se los doy a Aldo Rojas; él trabajó conceptos, ideas y propuestas, pero sobre todo tuvo la paciencia del ensayo- error, que se tradujo en esta portada. Y, casi «tirando la esponja», aparecieron detalles, como la gente en miniatura o el científico loco de la contraportada.

Finalmente volvimos a la simpleza y universalidad del pajarraco, que es el ícono clásico de Dorso, como diseño central de la portada. El color de fondo, si bien tiene cierta referencia a las tonalidades típicas de halloween, en realidad es un guiño personal, al cobre y a Chuquicamata, mi rincón sagrado.

– Para ti, ¿qué lugar ocupa Dorso dentro de la música chilena? ¿Sientes que se le da la importancia que debiera dentro del patrimonio musical chileno? ¿Por qué?

Durante el desarrollo del libro me fui dando cada vez más cuenta de ello, del valor que tiene Dorso no sólo dentro de la cronología del rock chileno y su aporte a la música nacional, tanto en originalidad como calidad compositiva y lírica, sino también desde lo patrimonial.

Son pocas las bandas en Chile que llevan 30 años vigentes en el rock y por otro lado lo patrimonial creo que está en que, sin ser folklore por ejemplo, indirectamente logran conectar la esencia del chileno con un estilo musical propio, original y divertido. Nuestro español es pésimo, lleno de chilenismos y palabras que sólo nosotros entendemos. Y Dorso tiene mucho de esos códigos.

– Cuando hablamos de periodismo musical, la participación de la mujer continúa siendo menor. ¿Cómo percibes este escenario ya teniendo un libro firmado por ti, más aún cuando se trata de un texto que habla de una banda metalera?

Considerando que el tema de género es contingente, me encanta que se haya cruzado la salida de este libro con toda la reivindicación de la mujer. El machismo sigue súper instalado en nuestra sociedad y el «rubro» rockero aún lo refleja plenamente en actitudes, relaciones de pareja, el lenguaje altamente sexista, etc., y muchas veces se percibe tanto en hombres como en mujeres por igual.

Hace cinco años, más menos cuando comencé el proyecto, no era tan fuerte esta lucha, aunque ya se hablaba del espacio femenino que las mujeres han ido obteniendo en el mundillo del rock, respecto de los inicios de la escena en Chile. En algún minuto del proceso de escritura, creo que lo dimensioné así y sentí cierta libertad de escribir desde la vereda del frente, es decir, poder hacer ciertas observaciones sobre «los metaleros» y sobre el género masculino que ellos desde «dentro» no pueden visualizar. Por eso, hay sutiles críticas y caricaturas, pero siempre en tono irónico, de broma y espero que se perciba así.

-Luego del lanzamiento del 13 de junio, ¿dónde podremos encontrar el libro?

El libro ya está a la venta y se puede conseguir de forma directa a través del mail librodorsalico@gmail.com y con retiro en la editorial, que está ubicada en Ñuñoa. También hay ejemplares en tienda The Knife y Rock Music del Eurocentro, en la tienda Sickbangers en Providencia y bigstore.cl; vía Pedaleo (librería virtual que despacha gratis en el centro, Providencia y Ñuñoa) y pronto en la Tienda Nacional en barrio Lastarria. En regiones, de a poco estamos distribuyendo también: por ahora en Arica, Antofagasta y Viña del Mar.