Mujer transgresora y de espíritu inquieto, audaz, versátil y un ícono del arte en Chile del siglo XX. Así será recordada Matilde Pérez, artista chilena precursora del arte cinético en nuestro país quien falleció el 1 de octubre de 2014 y que este año celebraría 100 años desde su natalicio.
“Si no hay movimiento no existe vida, si no hay vida no hay acción y si no hay acción se acabó el mundo. Las cosas no están quietas para mí. Siempre tengo la idea de que algo cambia, algo se mueve, algo tirita, como quién diría”. Las palabras de Matilde en entrevista con Artishock confirman cómo ella veía su trabajo, el que desarrolló desde distintas áreas, paseándose libremente entre la pintura, la escultura y el arte visual. Un viaje que -según algunos- fue ingratamente percibido.
Tras la muerte de la artista, el director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Francisco Brugnoli mencionó en diario Uchile que el poco reconocimiento a Pérez tiene que ver con que “ella se integra a una corriente de arte que Chile no reconoció en su tiempo. Matilde Pérez no obtuvo el Premio Nacional ni tampoco otros colegas que compartieron con ella (…) con Matilde Pérez muere el último de ellos y es lamentable que el país no haya reconocido su gran aporte”.
Fundadora de los movimientos Grupo de los Cinco y Grupo Rectángulo, la artista ganó -sin embargo- un sinnúmero de premios a nivel internacional y también en Chile, como el Premio Altazor de las Artes Nacionales en 2004, el Premio Artes visuales del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile en 2006 y la Medalla de Plata de la Biennale Mondiale de Métiers d’Arts de Lyon en 1979.
Incansable trabajadora, Matilde Pérez se caracterizó por trabajar sola (algunos dicen «en aislamiento), como profesora era exigente, sus clases eran intensas y su metodología muy detallista. Sus obras en tanto, exploraron un lenguaje -para esos años- nuevo, donde el movimiento era el principal motor de búsqueda. Siempre atenta a “lo que no se repite”, expresó a través de su trabajo el inconformismo que sentía hacia lo tradicional, hallando en la abstracción geométrica y el hábil uso del color, algunas respuestas a sus inquietudes artísticas.
“Yo funciono para el que quiera conocerme. El que no quiera, está bien. No tengo responsabilidades con nadie. Nunca me he preocupado si en Chile no me reconocen”, mencionó durante la inauguración de Matilde x Matilde, una retrospectiva de su obra que se realizó en 2012 en Espacio Móvil (Fundación Telefónica).
‘Buscando a Matilde’ (2015)
El 8 de marzo de 2015 se estrenó ‘Buscando a Matilde’, documental que indaga en la obra de la artista desde la perspectiva de diferentes académicos, teóricos y especialistas, tanto chilenos como extranjeros, «así como en los aspectos de su historia que explicarían el oscurantismo cultural que dejó a su legado fuera de la escena artística chilena».
Codirigido por el cineasta y videoartista Pedro Lacerda y Constanza Luzoro, el registro deja en evidencia cómo Chile es culturalmente deficiente y de qué manera Matilde Pérez vino a romper con ese tradicionalismo, convirtiéndose en una mujer, quizás, «demasiado moderna para su país y su época».
‘Buscando a Matilde’ no es el primer documental que se basa en la vida y obra de la artista, pues en 2009 se estrenó ‘Matilde Pérez: cinética’, registro de Patricio Muñoz que también indaga en sus trabajos.
Matilde Pérez nació en Santiago de Chile el 7 de diciembre de 1916 y será recordada como la precursora en América Latina del llamado arte cinético o arte del movimiento es una forma de expresión visual donde la obra da una impresión de movimiento o en realidad se mueve, producto de la acción de un elemento externo que puede ser viento, agua, electricidad, motores o algún otro mecanismo.