Las más de 400 mil hectáreas que el empresario y ecologista estadounidense, Douglas Tompkins, entregó a Chile se convirtieron en la mayor donación de tierras privadas para la creación de parques naturales del planeta. Un hecho histórico que le permitirá al país crear la Red Nacional de Parques de la Patagonia.

A través de un protocolo firmado por la Presidenta Michelle Bachelet y Kristine McDivitt, viuda del filántropo, se inició el proceso de donación de 407.625 hectáreas que la fundación Tompkins Conservation tenía en su poder. Esos terrenos, más la incorporación de 949 mil hectáreas fiscales y la reclasificación de más de 2,6 millones de hectáreas que hoy son reserva nacional y/o forestal, formarán la mayor creación de áreas protegidas de la historia.

Serán 4,5 millones de hectáreas que tendrán protección oficial en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes. Un proyecto que contempla la creación de tres parques nacionales: Pumalín, Melimoyu y Patagonia; la ampliación de otros ya existentes (Hornopirén, Corcovado, Isla Magdalena), y el cambio de categoría de Parque Nacional a las reservas Alacalufes, Cerro Castillo, Lago Cochrane y Lago Jeinimeni.

“Es un gran día para Chile. Está en manos de la humanidad detener la destrucción del planeta. Honraremos la generosidad de Tompkins, un visionario que se armó para hacer frente a las críticas”, señaló Bachelet durante la firma del protocolo. “Si a esto sumamos la creación del Parque Marino Nazca-Desventuradas (Región de Atacama) y el trabajo que estamos realizando en Rapa Nui, estamos legando al país la mayor creación de áreas protegidas de la historia”, agregó.

Gran parte de los terrenos donados, más los del Estado, poseen la infraestructura necesaria para transformarse en esta red de parques, por lo que el Ministerio de Medio Ambiente cree que podría ser una realidad a fines de este año. De ser así, Chile tendría el 20% de su territorio protegido, el tamaño aproximado de Suiza o Dinamarca.

De enemigo a Capitán Planeta

Douglas Tompkins falleció en 2015 en un accidente mientras practicaba Kayak en las tierras a las que llegó hace ya 25 años, tras vender Esprit, una de sus exitosas marcas de ropa. El empresario gastó 380 millones de dólares en comprar enormes terrenos en el sur de Chile y Argentina, argumentando que quería protegerlos y finalmente donarlos para su conservación.

Sin embargo, siempre fue un sospechoso. La creación de un estado judío, la apropiación del agua, la explotación de recursos naturales, crear un cementerio nuclear y hasta esconder extraterrestres, fueron parte de las teorías que aparecieron al conocer sobre el increíble proyecto del empresario: proteger la flora y fauna autóctona, entre ellos los alerces que superan los 3 mil años y los pumas.

“Lo habíamos soñado mucho tiempo. Hace 25 años Doug tuvo una idea audaz y ahora se cumple su sueño. Es un acontecimiento histórico a nivel mundial. Es su legado”, fueron algunas palabras de su viuda, quien es parte importante de la fundación de conservación que en Argentina también trabaja en la donación de terrenos que serán un gran legado para las próximas generaciones.